Cuando se trata de cannabis, hay mucha información contradictoria sobre si la planta puede ser adictiva o no. En un extremo, está la histeria de la “Reefer Madness” que afirma que la marihuana es una droga peligrosa y destructiva. Por otro lado, hay personas que afirman que la planta es una medicina perfectamente segura a la que es imposible hacerse adicto.
Pero la verdad es que el cannabis puede ser adictiva para algunos, y para otros no. La mayoría de las personas que usan marihuana (ya sea recreativa o medicinal) no se volverán adictos. Sin embargo, es absolutamente posible que una persona se vuelva adicta al cannabis.
Esto es lo que dice la ciencia.
¿Existe la adicción al cannabis?
Las investigaciones científicas indican que sí, la marihuana puede ser adictiva. Alrededor de una de cada 10 personas que usan marihuana desarrollarán una adicción, según un estudio realizado en el 2018 por la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York.
Los consumidores de cannabis pueden desarrollar una dependencia física, psicológica y/o social. Los síntomas físicos pueden incluir molestias como pérdida de peso, dolores de cabeza y/o dolor abdominal cuando un usuario deja de consumir cannabis regularmente.
Los síntomas psicológicos pueden presentarse como:
irritabilidad, ansiedad, insomnio, etc. Una dependencia social significa que un usuario encuentra dificultades para abstenerse de consumir cannabis en entornos sociales, mientras que otros participan a su alrededor.
El DSM-5 reconoce ahora la adicción a la marihuana como un “trastorno de uso del cannabis”, definido como “el uso continuado de cannabis a pesar del deterioro del funcionamiento psicológico, físico o social”.
Básicamente, cuando alguien sigue consumiendo regularmente cannabis a pesar de consecuencias negativas en su vida, puede haber desarrollado una pérdida de control sobre su consumo y podría ser adicto a la marihuana.
Las personas con trastorno por consumo de cannabis pueden no ser conscientes de que esto ha sucedido. Pueden incluso no ser conscientes de que su comportamiento está causando problemas para ellos mismos y para su entorno.
Se estima que alrededor de 22,1 millones de personas en todo el mundo (es decir, alrededor del 0,3% de la población mundial) sufren de un trastorno por consumo de cannabis.
¿El THC es adictivo?
El THC es el componente químico del cannabis que causa un estado alterado o la sensación de estar drogado. Es este efecto el que persiguen a menudo los que tienen el trastorno por consumo de cannabis. Por lo tanto, sí, el THC puede ser adictivo.
Según investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de los Estados Unidos, se ha descubierto que las variedades de cannabis que contienen altos niveles de THC y bajos niveles de CBD producen efectos de refuerzo más fuertes.
Esto significa que las cepas de cannabis con alto contenido de THC provocan mayores grados de disfrute, lo que podría hacer que estas cepas sean más adictivas.
¿Y el CBD?
Un número creciente de personas ha estado usando el aceite de cannabidiol (CBD) para ayudar a combatir una amplia gama de dolencias, incluyendo dolor crónico e inflamación, epilepsia, ansiedad y más.
Aunque el THC puede ser adictivo, no hay evidencia que sugiera que el CBD lo sea.
Sin embargo, es importante señalar que diferentes productos de CBD pueden contener diferentes niveles de THC. Los productos de CBD derivados del cáñamo, por ley, no deben contener más del 0,3% de THC en los Estados Unidos, o del 0,2% de THC en la UE.
Curiosamente, hay evidencia que sugiere que el CBD podría ser utilizado para ayudar a combatir los desórdenes del uso de cannabis. Un estudio realizado en el 2010 por University College London examinó a 94 consumidores de marihuana que fumaban variedades de cannabis con bajo o alto contenido de CBD.
Luego, los testean en medidas relacionadas con la dependencia. Los investigadores descubrieron que quienes fumaban cannabis con un alto nivel de CBD eran menos dependientes del cannabis que sus homólogos con un bajo nivel de CBD.
En consecuencia, los investigadores llegaron a la conclusión de que el CBD tiene potencial como tratamiento para la dependencia del cannabis.
¿Quién está en riesgo de desarrollar una adicción al cannabis?
Hay varios factores que pueden contribuir a desarrollar un trastorno por consumo de cannabis.
Historial familiar de adicción
Los científicos han llegado a la conclusión de que los factores genéticos pueden desempeñar un papel importante en la progresión del uso de drogas en general hacia el uso indebido y la dependencia.
La adicción puede ser hereditaria, por lo que si tu familia tiene un historial de adicción, hay que tenerlo en cuenta al consumir marihuana.
Esto no significa que definitivamente desarrollarás un desorden de uso de cannabis: sólo significa que tienes un riesgo más alto.
Condiciones de salud mental
La salud mental es un gran factor de riesgo cuando se trata de la adicción a la marihuana.
El Dr. Alex Stalcup, director médico del Centro de Tratamiento de New Leaf en California, compartió en una entrevista con Healthline que se estima que entre el 50% y el 60% de los pacientes que vienen a tratar una adicción al cannabis en el centro de tratamiento tiene una condición de salud mental subyacente, como:
- Depresión
- Ansiedad
- TEPT
- Esquizofrenia
Al principio, el cannabis puede servir como un potente medicamento para ayudar a mitigar los efectos negativos de una condición de salud mental. Pero si las cepas de alto THC se usan con demasiada frecuencia, puede desarrollarse una tolerancia y pueden producirse síntomas de abstinencia al tratar de reducirla.
Edad
Según investigaciones científicas realizadas por la Universidad de Minnesota, las personas que empiezan a consumir cannabis antes de los 18 años de edad tienen de cuatro a siete veces más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de cannabis que los adultos.
Falta de comunidad
Cuando se trata del abuso de sustancias de cualquier tipo, las tasas de adicción aumentan drásticamente entre quienes carecen de una buena red social, un trabajo estable y lazos familiares. Hay evidencia que sugiere que la adicción puede surgir del aislamiento social y emocional.
Por lo tanto, los consumidores de cannabis que no tienen una comunidad sana a su alrededor podrían recurrir con frecuencia a su uso indebido. Como resultado, se podría formar un trastorno de consumo de cannabis.
Signos de una adicción al cannabis
Según el DSM-5, una persona con un trastorno de consumo de cannabis presentará al menos dos de los siguientes síntomas en un período de 12 meses:
- El cannabis se consume en cantidades mayores, o durante un período más prolongado de lo previsto.
- Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos por reducir o controlar el consumo de cannabis.
- Se dedica una gran cantidad de tiempo a las actividades necesarias para obtener cannabis, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
- Antojo, o un fuerte deseo o impulso de usar cannabis.
- El uso recurrente de cannabis resulta en el incumplimiento de las obligaciones de los roles en el trabajo, la escuela o el hogar.
- Uso continuo de marihuana a pesar de tener problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes causados o exacerbados por sus efectos.
- Se abandonan o se reducen importantes actividades sociales, ocupacionales o recreativas debido al uso de cannabis.
- Uso recurrente de cannabis en situaciones en las que es físicamente peligroso.
- El consumo de cannabis continúa a pesar de que se sabe que se tiene un problema físico o psicológico persistente o recurrente que probablemente haya sido causado o exacerbado por el cannabis.
- La tolerancia, según cualquiera de estas definiciones: 1) la necesidad de aumentar considerablemente la cantidad de cannabis para lograr la intoxicación o el efecto deseado o 2) un efecto notablemente disminuido con el uso continuo de la misma cantidad de la sustancia.
- La abstinencia, que se manifiesta ya sea por: 1) el síndrome de abstinencia característico del cannabis o 2) el cannabis se consume para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
A quienes cumplen dos o tres de estos criterios se les diagnostica un trastorno leve de consumo de cannabis. Si se cumplen cuatro o cinco criterios, se considera que es un trastorno moderado del consumo de cannabis; y si se cumplen seis o más criterios, es un trastorno grave del consumo de cannabis.
Un trastorno del uso de cannabis puede tardar meses o incluso años en desarrollarse.
Opciones de tratamiento de la adicción al cannabis
Existen varios métodos para ayudar a tratar el trastorno por consumo de cannabis.
Un método posible es dejar de consumir cannabis por completo y de forma repentina. En el caso de los grandes consumidores, esto significa que pueden producirse síntomas de abstinencia, entre otros:
- Irritabilidad
- Estado de ánimo deprimido
- Ansiedad
- Inquietud
- Insomnio
- Pérdida de apetito
- Náuseas
- Sueños intensos y vívidos
Los síntomas de abstinencia suelen durar de una a dos semanas antes de disminuir. Es probable que una disminución gradual, en contraposición a una interrupción abrupta del consumo de cannabis, disminuya las molestias de la abstinencia.
Aunque estos síntomas de abstinencia pueden ser incómodos, son relativamente leves comparados con otras sustancias adictivas, y la mayoría de las personas son capaces de manejarlos sin intervención.
Hasta ahora, no se ha aprobado ni se ha encontrado efectivo ningún medicamento para el tratamiento de los trastornos por consumo de cannabis, según un estudio australiano del 2019.
La mejor manera de tratar con éxito un trastorno por consumo de cannabis es buscar ayuda profesional.
Entre las intervenciones psicológicas que han demostrado ser útiles para tratar la dependencia del cannabis se incluyen:
- Terapia de mejoramiento de la motivación
- Terapia cognitivo-conductual
- Gestión de contingencias
- Psicoterapia de apoyo y expresión
- Intervenciones familiares y de sistemas
- Programas de 12 pasos, como Marijuana Anonymous
¿Es el cannabis una ‘droga de entrada’?
Si bien algunos estudios han demostrado que es probable que el consumo de cannabis preceda al consumo de drogas duras y al desarrollo de adicciones a otras sustancias, la simple verdad es que la gran mayoría de los consumidores de cannabis no se convierten en adictos a las drogas duras.
Este discurso fue una táctica de miedo inventada por la Oficina Federal de Estupefacientes para justificar la creciente Guerra contra las Drogas en la década del ’60.
De hecho, la ciencia sugiere que lo opuesto puede ser cierto. Se ha demostrado que el cannabis sirve como “droga de salida”. Esto significa que puede ser una herramienta útil para ayudar a las personas a deshacerse de sus adicciones a sustancias que van desde los opiáceos y las benzodiacepinas hasta el tabaco y el alcohol.
En un estudio realizado en el 2017 y publicado en la revista Harm Reduction Journal se encuestó a más de 2.000 pacientes canadienses que consumían cannabis medicinal, sobre sus pautas de consumo de esa sustancia.
Se formularon preguntas para evaluar los efectos del cannabis en el consumo de medicamentos de venta con receta, sustancias ilícitas, alcohol y tabaco.
Casi el 70% de los encuestados informaron que estaban optando por sustituir sus medicamentos prescritos, como opiáceos y antidepresivos, por cannabis medicinal . De los participantes que optaron por sustituir los opiáceos por cannabis, el 59% pudo dejar de consumir opiáceos por completo.
El cannabis medicinal también ayudó al 44,5% de los pacientes a dejar de consumir alcohol, al 31,1% a dejar de consumir tabaco y al 26,6% a dejar de consumir sustancias ilícitas.
Como resultado, los investigadores de este estudio concluyen que “el aumento del acceso regulado al cannabis medicinal y recreativo puede resultar en una reducción del uso y daños posteriores asociados a los opiáceos, el alcohol, el tabaco y otras sustancias”.
Conclusión
Si bien la gran mayoría de los consumidores de cannabis no se volverán adictos, es cierto que alrededor del 9% de las personas que consumen cannabis desarrollan un trastorno de consumo de cannabis.
Es importante tener presente que es posible llegar a ser dependiente de la marihuana, incluso si se ha recetado médicamente, de la misma manera que es posible que los pacientes se vuelvan adictos a los productos farmacéuticos que se les han recetado.
Si perteneces a aproximadamente la décima parte de los consumidores que han desarrollado una adicción a la marihuana, considera la posibilidad de pedir ayuda a tus familiares y seres queridos, y busca un profesional médico.
En la actualidad existen muchas intervenciones psicológicas diferentes diseñadas para ayudar a quienes padecen el trastorno por consumo de cannabis.
Artículo Original: The Cannigma