El Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe acogió entre el 22 y el 25 de noviembre de 2016 a ExpoMedeWeed, la Primera Feria del Cannabis Medicinal en Medellín, Colombia. En la feria, además de presentarse expositores comerciales de marcas y productos relacionados con el cultivo y uso del Cannabis, también se dieron cita científicos e investigadores, que presentaron conferencias académicas entre el 22 y el 24 de noviembre, y que el 25 fueron los encargados de realizar el Primer Seminario Internacional de Medicina Cannábica en Colombia.
El evento contó con la participación de grandes personalidades internacionales como el PhD. Lumir Hanus de la Universidad de Olomouc, la PhD. Cristina Sánchez de la Universidad Complutense de Madrid, el empresario, activista y político canadiense Marc Emery y la Fundación Daya de Chile, mientras que por Colombia participaron la Dra. Paola Pineda Villegas, Coordinadora Académica del evento; el Dr. Orlando Carreño, Director Científico del Grupo Antioqueño de Neurología Pediátrica; el Grupo Curativa, que reúne a investigadores nacionales, y diferentes asociaciones de madres cannábicas, de mujeres usuarias de Cannabis, de indígenas cultivadores de Cannabis, firmas de abogados ofreciendo asesorías para el proceso de legalización, etc.
En la inauguración, el 22 de noviembre, la Dra. Gloria Crispín del Ministerio de Justicia y Derecho, señaló que el país atraviesa por un momento histórico en el cual se realizan cambios en las políticas de drogas, como la legalización del Cannabis medicinal por medio de la ley 1787 de julio de 2016. Estos cambios tienen que ver no solo con asuntos de salud pública sino también de derechos humanos, que estos cambios pueden repercutir positivamente en el desarrollo agroindustrial colombiano y que constituyen una línea clara para la realización de investigación científica y en Colombia. En palabras de la Dra. Pineda, este espacio que reunió a personas de diferentes lugares del mundo, “debe ser un ejemplo de tolerancia y construcción de conocimiento”.
El día 23, el Grupo Curativa realizó un taller sobre la planta y el sistema endocannabinoide, en donde se explicaron aspectos históricos de la planta, del sistema endocannabinoide, de la biología de la planta, los precios de los tratamientos farmacéuticos frente a los tratamientos cannábicos y las tasas de mortandad de ambos tipos de medicina. También se desarrolló un conversatorio sobre los mitos y realidades del Cannabis medicinal, en donde la Dra. Pineda y el Dr. Carreño fueron moderados por Susana Ferguson. Los doctores discutieron la importancia de la divulgación científica, la fiabilidad y seguridad de los productos de Cannabis en Colombia, las ventajas y desventajas de los métodos de extracción, la sustitución de medicamentos con Cannabis medicinal, los tratamientos y la ética médica asociada a ellos, e incluso la moderadora puso sobre la mesa temas como lo “sagrado, poderoso y misterioso” de la planta. Las conclusiones fueron que debemos perder el miedo a tratar pacientes con THC, que si el Cannabis no ha sido formulado por un médico entonces no se trata de Cannabis medicinal y se hizo una invitación a “ampliar la mente” para que entre todos podamos mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El Postconflicto colombiano también tuvo un espacio, en el cual la Comunidad Cannábica Colombiana debatió temas como la sustitución de cultivos ilícitos, la situación marginal de los productores indígenas del Cauca, los cultivadores ilegales que no tienen herramientas legales, los alcances de la ley que aunque reglamenta el uso medicinal, sigue conservando la esencia prohibicionista. Este debate estuvo centrado en torno a la guerra contra las drogas (Una guerra real), y no solo el postconflicto con los grupos armados sino el postconflicto de la guerra contra las drogas, las víctimas del prohibicionismo, las perspectivas a futuro para Colombia y las alternativas que podemos ofrecer como país y como ciudadanos.
Las madres cannábicas de Colombia alzaron la voz, se juntaron con la presidenta de Mamá Cultiva de Chile e invitaron a las madres a atreverse a usar Cannabis, a luchar por la legalidad y libertad de su uso medicinal y a cultivar la medicina que requieren en sus hogares. Presentaron ordenadamente los diferentes retos del tratamiento de diferentes enfermedades con Cannabis y coincidieron en que el mayor de los retos es lograr que los médicos entren en la sintonía del Cannabis medicinal, pierdan sus prejuicios, cambien sus paradigmas y usen esta medicina. Para esto es muy importante que los médicos estudien, se actualicen. Señalaron la fuerza del Cannabis afirmando que es la medicina más fuerte que hay, ya que se pueden observar cambios significativos solo 15 días después de haber iniciado el tratamiento. Las madres cannábicas de Colombia lamentan profundamente que las EPS no estén a favor del movimiento cannábico, ya que son las familias quienes deben pagar los costos de los tratamientos. Hicieron una invitación a los asistentes a informarse y unirse como agrupaciones dejando de lado los egos para unificar esfuerzos y evitar el arrastre de las grandes farmacéuticas y el advenimiento de negociantes oportunistas más preocupados por el creciente negocio que por la salud física o emocional de los pacientes.
El 24 de noviembre fue el turno de la Fundación Daya, y su presidenta Ana María Gazmuri habló sobre el uso terapéutico del Cannabis en Chile y cómo los programas desarrollados desde la Fundación contribuyen a mejorar el bienestar físico, espiritual y anímico de las personas. Daya es la raíz de Mamá Cultiva Chile (que ahora tiene un capítulo propio en la República Argentina). Ellos ofrecen cursos de auto cultivo y preparación de aceites tratando de que cada paciente produzca lo que necesita con condiciones de seguridad y sin incurrir en la adquisición de materia prima ilegal a los traficantes. Expusieron su proyecto de clínicas, 11 en todo Chile, con personal médico entrenado para ofrecer altos estándares de calidad en la atención de los pacientes. La medicina cannábica es personalizada, y los profesionales en salud de la Fundación Daya (psicólogos y médicos) están comprometidos con este proceso. Fundación Daya considera que la movilización ciudadana es la estrategia apropiada para ejercer presión sobre el sistema y realizar los cambios que necesitamos.
El 25 de noviembre, terminada la feria, se llevó a cabo el Primer Seminario Internacional de Medicina Cannábica en Colombia, en donde se presentaron la PhD. Cristina Sánchez (España), Mara Gordon (EEUU), PhD. Lumir Hanus (Rep. Checa), MD Orlando Carreño (Colombia), MD Raquel Peyraube (Argentina), MD Marcelo Morante (Argentina), MD Paola Pineda (Colombia), MD Gisela Kuester (Chile), Ana María Gazmuri (Chile) y Paulina Bobadilla (Chile).
La Dra. Cristina Sánchez, mostró todos los estudios que ha llevado a cabo sobre la forma en la que actúa el Cannabis en las células cancerígenas. Sus descubrimientos no solo muestran en qué partes del cerebro encontraron los receptores CB1, sino cómo el Cannabis frena el crecimiento descontrolado de células, la generación de nuevos vasos sanguíneos y cómo se frena el proceso de metástasis de una forma muy importante según sus estadísticas. Lo más interesante de todo es que el Cannabis induce la muerte de las células tumorales y sólo de estas, permitiendo que las células sanas del cuerpo se conserven intactas. En su estudio, también comentó la Doctora, que no hay signos de intoxicación en ningún lugar del cuerpo por Cannabis, lo cual reafirma la tesis de que no hay muertes producidas por esta planta y sus componentes.
La Dra. Mara Gordon habló sobre la forma de tratamiento con Cannabis medicinal. Este tratamiento no es una panacea, pues no elimina las condiciones por las cuales se crearon la enfermedad, en el caso del cáncer, mata las células cancerosas, pero no elimina la condición de toxicidad por la que se dio el cáncer. Habló también sobre la importancia de los componentes del Cannabis juntos por la sinergia que estos tienen en el momento de tratar una patología. Habló de la importancia de los terpenos en la individualidad de cada persona y el impacto que tienen estos. resaltó que sin el THC la mayoría de las enfermedades no pueden ser tratadas.
Hanus dijo que todas las variedades de Cannabis son medicinales, pero que no todas sirven en las mismas enfermedades, señaló la gran cantidad de compuestos identificados en la planta (1255) y fue sincero acerca de las limitaciones de la medicina cannábica: “no cura siempre, no lo cura todo, no cura todas las enfermedades, no cura cualquier estado de la enfermedad” y enfatizó que en la actualidad el Cannabis es más un tratamiento paliativo que uno curativo, y que esto obedece a la falta de evidencia. Comentó el papel del Cannabis frente a las “enfermedades huérfanas”, y dijo que funciona como una “droga huérfana” y sentó su posición en contra de los aislados farmacéuticos de Cannabis al afirmar “el hombre no puede ser la naturaleza”, refiriéndose a que no podemos obtener en los laboratorios los mismos productos que han costado miles de años de evolución a la planta.
Carreño es un firme creyente en la medicina basada en evidencia, y reclama que se reúna más evidencia acerca del uso de Cannabis medicinal en Colombia. Solo así conseguiremos pasar de la anécdota al estudio científico. Se necesitan estudios que regulen dosis, estudios en tumores, estudios en fármacos antiepilépticos, en tratamiento del dolor agudo post quirúrgico, etc. Sin embargo, el Dr. Carreño cree en los beneficios de la planta, los ha visto en su consulta, reconoce que el estudio de los cannabinoides es “un tema obligado en los congresos publicaciones y reuniones en torno a la epilepsia”, señala la importancia de la terapia cannábica en el tratamiento de la fibromialgia, una enfermedad de alto costo, porque ocurre principalmente entre jóvenes adultos en edad productiva limitando su productividad. En resumen, el Dr. Carreño cree que “los cannabinoides ya se han ganado un puesto en el tratamiento de muchas enfermedades”, pero tampoco desperdicia la oportunidad de recordar que no se trata de una medicina milagrosa, que no es completamente inocua y que tampoco es para todo el mundo, así que “si el Cannabis no funciona con usted, busque otra terapia”. Para Carreño son necesidades imperantes la reducción del costo de los tratamientos y la erradicación de los charlatanes que se aprovechan de la necesidad de los pacientes.
Peyraube vino a exponer la experiencia en Uruguay, “un país con una larga historia de libertades civiles y reivindicaciones pacíficas”. Discutió la importancia de la legalización como un asunto de salud pública (uso médico) y de la legalización del uso recreativo (uso adulto), matizando las diferencias entre uno y otro proceso. La Dra. Peyraube tampoco cree que las moléculas aisladas de las farmacéuticas se puedan equiparar a los compuestos de la planta, y dice que la industria cannábica no puede equipararse a la Big Pharma. Para ella “el Cannabis no es un dios o una religión para creer o no en ella. No es que la gente no crea en el Cannabis, ¡lo que les falta es estudio!”. Habló acerca de los controles de calidad para diferentes tipos de contaminantes Y cerró su intervención con la siguiente afirmación: “La peor de las legalizaciones es preferible a la mejor de las prohibiciones”
Morante orienta la cátedra de Dolor en la Universidad de La Plata, y también identifica un gran problema en la educación, pues aunque las leyes sean aprobadas y cambiadas de un día para otro, los cambios educativos no ocurren de igual manera. Para él, no se trata de una molécula, sino de un fenómeno tan multivariable como lo puede ser el dolor o la enfermedad. No en vano el 90% de las prescripciones de Cannabis a nivel mundial tienen que ver con dolor, afirma. Cree que la clave de la medicina cannábica es la interacción y el trabajo colaborativo entre médicos y pacientes para “estandarizar al paciente y no a la sustancia”, teniendo siempre en cuenta las contraindicaciones y los efectos adversos. Cree que faltan evidencias científicas acerca de los beneficios terapéuticos, pero señala que ahora mismo lo más problemático en la República Argentina son las fuentes seguras y confiables de la sustancia.
Pineda expuso su experiencia clínica en Colombia, con 1077 pacientes, 45% hombres y 55% mujeres, con la mayoría de usuarios en dos grupos: pediátricos y ancianos, en el tratamiento de múltiples enfermedades, siendo el grupo de pacientes epilépticos el de mayor tamaño (389 pacientes), seguidos por cáncer, fibromialgia e insomnio. En un inicio detectó poca efectividad debido a que hace un par de años apenas empezaban a fabricarse productos cannábicos en Colombia y no había acceso a muchas extracciones de calidad. La Dra. Pineda cree que se debe seguir investigando, sistematizando datos e implantar nuevas vías de administración de los cannabinoides para aumentar la efectividad de los tratamientos.
Gazmuri expuso el proceso de creación de la Fundación Daya y del proceso de lucha social que ha representado en éste país el respeto al derecho de autocultivo, una batalla que llevó a la plantación legal de Cannabis más grande de toda Latinoamérica. El proceso de la Fundación Daya se ha ganado un el respeto de las más altas instancias chilenas, y las investigaciones que desarrolla ahora mismo tienen el respaldo del Ministerio de Salud de Chile.
Kuester expuso los casos de varios de sus pacientes infantiles en Chile, y de cómo el Cannabis ha marcado la diferencia en la calidad de vida de muchas personas, y habló de los planes que se desarrollan.
Bobadilla vino a contar su experiencia en la cabeza de Mamá Cultiva en Chile, y cómo muchas madres han aprendido a relacionarse con la planta para poder obtener la medicina de sus hijos.
La feria fue un éxito, la organización se lució en cada detalle y los invitados especiales estuvieron a la altura del primer evento de este tipo en Colombia. Todavía queda mucho camino por andar, y en las palabras de la Fundación Daya, debe ser “un camino colectivo y solidario”, dejando los egos a un lado y trabajando juntos por un interés común. En nuestras manos queda seguir combatiendo los prejuicios para hacer que el Cannabis sea una terapia respaldada por la ley, verificada por la ciencia y respetada por las personas.
Anandamida Gardens